La vida no es lo que parece, la vida es tal como es, es lo que nosotros hacemos que parezca día a día. Cada uno de nosotros construimos una gran obra, una película merecedora de un Oscar, una canción que debería ganar todos los premios y ser el número uno de todas las listas musicales, una obra de teatro que hasta los grandes como Shakespeare o Molière deberían envidiar. Esa gran obra es nuestra vida. Nadie más la vivirá nunca, solo cada uno de nosotros, y debemos hacer que sea especial cada uno de nuestros días, porque es la única cosa, hoy por hoy, que nunca más se repetirá.

El mundo en el que vivimos no es más que el conjunto, la recopilación de todas esas grandes obras que interpretamos cada uno de nosotros y, por lo tanto, debería ser la mayor obra creada jamás. Cada uno de nosotros le aporta a esa gran obra cosas que nadie más aportará. Cada uno ponemos nuestro granito de arena es esa enorme playa de la forma que sabemos, de la forma que podemos. Si a esa enorme playa le fuéramos quitando granitos de arena, acabaría siendo algo triste, solitario. Por eso todos somos especiales ante esta gran obra, no unos somos menos que otros y, mucho menos, mayores que los demás.

Pues bien, mi forma de aportarle algo a esta gran obra, mi forma de poner un granito de arena en esta enorme playa es a través de la música, a través de mis canciones.
¿Quién no se siente identificado con una canción? ¿Quién no encuentra parte de su historia dentro de una canción que no escribió uno mismo?
En el fondo todos somos uno solo, todos estamos juntos dentro de la gran obra y somos actores protagonistas, aquí no existen los papeles secundarios.

Vivimos en una gran obra en la que nos cruzamos diariamente con millones de personas a las que ni nos molestamos en mirar a los ojos. ¿Acaso no nos alegraría el día ir por la calle y que, de pronto, alguien se nos acercara y, simplemente, nos deseara un muy buen día? Al fin y al cabo somos todos seres humanos, y a todos nos dan ganas, a veces, de ponernos en medio de la calle, como en aquel famoso anuncio de hace algunos años, con un inmenso cartel que dijera “Regalo abrazos”, para que todos nuestros compañeros de reparto se sintieran, aunque fuera solo unas horas, más felices gracias a nosotros.

Así, de esta manera, quiero haceros llegar esa parte de mi historia que tendréis muchos en común. A través de las canciones se puede decir tanto y nada, que muchos encontramos nuestra vida dentro de ellas.

No te entretengo más, pero no olvides que eres un actor protagonista de esta gran obra, y no puedes olvidar poner tu granito de arena en esta enorme playa, en esta vida.


Maria Cubero.



compartir piso
compartir piso